Aunque el título pueda hacer pensar lo contrario, aquí no hay violencia ni nada por el estilo.
Seguro que alguna vez habeis estado en un bonito río por primera vez y a pesar de saber que hay una buena cantidad de truchas, por unas cosa o por otra, no habeis podido pescar ni siquiera un trucha. Eso es lo que me paso en este pequeño río, de ahí el título de la entrada, por que nada más salir de el no tenía otra cosa en mente que no fuera volver y sacarme esa espinita.
Como podeir ver el lugar es una maravilla. No tengo mucho tiempo para poder escribir así que os dejo un popurrí de fotos para que os hagais una idea vosotros mismos.
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He de decir que las fotos no son solo mias, tambien lo son de mi buen amigo Dani, y bueno, la verdad sea dicha, hay unas cuantas que destacan sobre el resto que son de Cristina.
Con esta foto de dos locos por la pesca a mosca en pequeños ríos de montaña pero que les da igual donde, cuando y como ir a cualquier lado con tal de pescar esos peces fusiformes con lunares.
Un saludo y hasta la próxima.
