jueves, 25 de agosto de 2011

Un día de tantos.

Desde luego como es la pesca, bueno, más bien debería decir como somos los "flyfisher".  ¿Alguna vez nos paramos a pensar seriamente lo que hacemos? A veces hacemos muchos kilómetros, perdiendo gran parte de nuestro tiempo libre, incluso enfadando a nuestra pareja tan solo por la posibilidad de ir a pescar  unas truchas, siendo en muchas ocasiones cuestión de suerte poder tener un buen día y que muchas veces sale como nos salió esta jornada a finales de mayo, que a pesar de las grandes expectativas el día termino siendo intrascendente.


La idea era clara, íbamos a pescar truchas grandes en las tablas lentas de un típico río de llanura en el que en principio, deberíamos encontrar a las truchas comiendo en superficie.



Sin lugar a dudas, en condiciones ideales es un magnifico lugar pero hay cosas que no se pueden controlar y una de ellas son las eclosiones, que se caracterizaron por su total ausencia durante todo el día.
La cosa se estaba torciendo y las grandes truchas cebándose se convirtieron en un puñado de truchas pequeñas que comían algún que otro díptero que  caía al agua y poco más.


Esto es lo único que se dejaba ver, bueno lo único que eramos capaces de pescar nosotros.


No voy a negar que también vimos alguna trucha grande, incluso algún que otro monstruo pero que no tenían nada de actividad y si bastante desconfianza.

Al final con mucho tesón, pudimos tocar alguna de un tamaño algo mayor pero creerme, no fue fácil.


Esta fue la mayor trucha del día, que rondaba los 40 cm, una trucha que en otros ríos podríamos clasificarla como magnifica pero que a nosotros nos sabio a poco.


Al final del día la pregunta es la siguiente: ¿merece la pena hacer tanto esfuerzo de todo tipo para un día así? quizás la respuesta en caliente seria NO, pero al final siempre ocurre lo mismo y a los dos días estás de nuevo pensando en ir a algún otro lugar en el que te podrías encontrar lo mismo.
En fin, no tenemos solución.

Un saludo y hasta la próxima.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Caddisflies

Hace tiempo que no subía ningún montaje y creo que no es mal momento para hacerlo ahora.

Os muestro un tricóptero que suelo usar cuando las truchas están comiendo pero están un poco "tontitas".


 Lo mosca es, como casi todas las que utilizo, una mosca sencilla.
Suelo usar un anzuelo del 16/18 con el abdomen en dubbing de antron en tonos olivas o anaranjados, alas de CDC de buena calidad y un torax de dubbing de liebre con fibras largas.
Así de facil.


Con un poco de suerte, podremos conseguir truchas como esta, que se cebaba de forma esporádica en medio de un canal entre la vegetación subacuatica. Aunque claro, siempre digo que para esto es más importante la experiencia, la colocación, la técnica y porque no decirlo, la suerte, pues en mi opinión en muchas ocasiones se le da más importancia a la mosca de la que realmente tiene.

Un saludo y hasta la próxima.

viernes, 5 de agosto de 2011

The tiny SchooL

 Esta entrada es un pequeño homenaje a un tramo habitual de pesca, aunque quizás más bien tendría que decir a una pequeña tabla de ese tramo.
La verdad es que en la tabla que comento no podremos encontrar un ningún atractivo estético, sin ir más lejos la tabla esta formada por una presa y su margen derecha está "decorada"  por una escollera. Al menos tiene una estrechísima franja de bosque de ribera por el margen izquierdo y bueno, también tiene unas truchas que por su localización y su situación legal se las podría denominar como unas "truchas educadas".

El título de la entrada lo dice todo, ¡¡la pequeña escuela!! para mí a sido una gran escuela sin duda.
Quizás alguno no lo entendáis, pero yo que era un mosquero de torrentes de montañas en los se moverme y desembolverme sin problemas, por circunstancias de la vida, me vi rodeado de ríos de llanura llenos de tablas lentas en las que me costo un cierto tiempo adaptarme y esta pequeña tabla me fue susurrando algunos secretos.
Sin lugar a dudas, muchas de las alegrías que tengo en la pesca actualmente son consecuencia de las horas que he pasado allí.



La jornada que os muestro fue de un caluroso día del pasado mes de mayo, el caudal era adecuado y la temperatura del agua era fría pero aceptable.
Tras el habitual repaso con la mirada intentando ver truchas comiendo, con resultado negativo, me dediqué a buscar alguna mosca. De repende empezó una gran eclosión de heptagenidos y la tabla empezó a ser surcada por grandes veleros alados y las truchas tímidamente emepezaron a comer.  

 

 La verdad es que las ninfas que se veian parecían bastante maduras por lo que podría darse una eclosión masiva. Finalmente no fue para tanto.



Las truchas que pude pescar no tenían un tamaño relevante, pero al menos me pusieron las cosas difíciles y eso es realmente lo que me gusta de ese lugar.


Por cierto, no os equivoquéis, estas truchas no iban a dar la oportunidad  de pescar con moscas del 12 o 14, que sería el tamaño de las moscas que emergieron, aunque esta vez tampoco se pusieron demasiado tontas y comieron bien una emergente del 18.


Un saludo y hasta la próxima.