La pesca a mosca es una técnica de pesca en la que se lanzan señuelos ligeros ayudándose del peso que tiene la línea. Creo que esta podría ser una descripción muy básica de eso que a muchos nos hace perder tiempo, fuerzas y, en muchos casos, la razón.
El motivo por el que escribo esto no es otro que la lejanía que tenemos hoy en día unos pescadores a mosca de otros en cuanto al concepto del método. Con esto me refiero a la nueva hornada de pescadores a mosca que últimamente se encuentran por cualquier río. Como seguro muchos ya intuís, me refiero a la nueva pesca a mosca, esa que se hace sin necesidad de línea y con señuelos de un peso propio de modalidades de lance ligero.
No quiero equivocar a nadie ni quiero sembrar debates del tipo Halford Vs Skues. Sobre todo me gustaría decir es que también uso en muchas ocasiones ninfas, pero últimamente ando bastante mosqueado por muchas razones.
Lo primero y más importante, creo que mucha gente se acoge a la pesca a ninfa como un medio que le permita pescar en zonas donde no se pueden usar otras técnicas (dígase cebo natural, etc.) y así poder pescar unas truchas que terminarán tiesas.
Y luego ese olvido que sufren demasiados pescadores en cuanto a pescar volando la línea hasta tal punto que parezca que son líneas vivas (como diría alguno...). Parece que todo se convierte en sacar peces y cuanto mayor sea el número o el tamaño, mejor; para ello, solo se pesca a ninfa, algo muy discutible en muchas circunstancias. Quizás estoy exagerando un poco, pero es la sensación que tengo o lo que puedo ver por el río, tiendas de pesca o por internet, pero me parece un poco triste que un buen número de mosqueros que se inician se interesen más por cómo barnizar los perdigones para que queden mejor acabados que en cómo poder lanzar a través de una corriente para que la mosca no drague durante los segundos necesarios para que la trucha se coma esa emergente de bétido con la que nos peleamos en el torno...
En fin, creo que se está perdiendo un poco la esencia, o quizás soy yo que me gusta ir contra corriente como uno de los últimos salar ibéricos.
Después de la chapa que os he pegado (y que espero que nadie pueda sentirse ofendido, pues no ese mi intención) os dejo una serie de fotografías acordes con lo dicho.
Por cierto, pude disfrutar de una jornada en la que me limité a poner una de esas moscas de PLA que conocí gracias a Abel Cotarelo y que dediqué totalmente a pescar en superficie.
Un saludo y hasta la próxima