No sé por qué, hoy me he levantado con ganas de escribir en el blog una entrada de alguna jornada de pesca de este otoño del que ya estamos saliendo.
Este día tenía muchas ganas de meterme en el río porque era un tramo que llevaba mucho tiempo con ganas de pescar y que, por unas cosas u otras, no había podido.
Esto fue lo que me encontré al aparcar el coche. De esta manera la incertidumbre aumentaba, puesto que el río no se podía ver y tuve que dar un buen paseo hasta llegar a él.
La verdad es que es un tramo al que no es fácil acceder.
Como ya he dicho, después de un buen paseo me encontré esto, y mientras miraba a ver qué moscas volaban para poder elegir alguna entre las que había en mi caja, ya pude ver cómo alguna trucha se cebaba en superficie.
A los pocos lances pude tener una trucha delante de mi cámara de fotos.
La verdad es que muchas veces es arriesgado ir a un tramo tan solo por una intuición, pero qué bien saben estos momentos en los que te ha salido bien.
Seguí pescando alternando técnicas dependiendo de lo que me iba encontrando aunque puesto que las truchas estaban comiendo bastante bien en superficie fueron moscas secas lo que más utilicé, concretamente usé pequeñas emergentes de bétidos.
Era una maravilla ver truchas bastante confiadas a pesar estar ya en final de temporada, sin duda este tramo es un pequeño tesoro.
En zonas como la de la foto siguiente era muy bonito ver como bastantes truchas comían bajo las ramas, solo tenía que preocuparte de poner la mosca en "el sitio" y procurar no espantar a las otras truchas.
Para finalizar el día, algo de lo que más me gusta: me encontré esta pequeña presa que formaba un larga tabla de aguas casi paradas donde poder pescar truchas a "pez visto" con microninfas.
Siempre digo lo mismo, para mí es la pesca más apasionante, me vuelve loco y cuando haces las cosas bien me satisface al máximo
La verdad es que las truchas de esta última tabla no eran tan confiadas como las que me había encontrado antes, pero con paciencia pude conseguir varias capturas. Fue una pena que las dos truchas más grandes que vi tan solo pude clavarlas, pero bueno, al menos me quedo con el consuelo de pensar: "al menos las engañé.."
Un saludo y hasta la próxima