Después de pelearme con algún mapa, más o menos determine como poder llegar hasta el río y comprobarlo "in situ".
Una caluroso día de Julio fue el elegido para probar suerte.
Después de una caminata tranquila, pude ver el valle por el que serpenteaba, y la verdad, quede maravillado. Era una estampa fascinante, lejos de la espectacularidad, pero con una belleza que te engancha, una belleza que en vez de acostumbrarte a ella, parece aumentar a cada mirada.
Después de admirar durante un tiempo el paisaje, me dirigí al río, quería verlo para saber si mis espectativas se cumplirían. El río era pequeño, se podía cruzar de un simple salto en algunos tramos pero tenia buena pinta. Para saber si había truchas recurrí al método científico de abalanzarme sobre un pequeño pozo y ver si se espantaban.. y vaya si se espantaban.
No es que hubiera truchas, es que estaba a tope de ellas.
No se veían moscas, quizás entre la vegetación hay tricópteros, pensé.
Cuando abrí la caja de moscas para sacar un "caddisfly", mi mirada se cruzo con una pequeña hormiga y no lo dude, era un lugar idóneo para pescar con ella.
Aquí la susodicha.
Pocos lances hicieron falta para poder ver una truchas muy pigmentadas, que comían de forma sorprendentemente agresiva y luchaban en consonancia.
Sin duda un lugar para guardar, no por egoísmo sino con afán de protección. Que sería de un río tan pequeño si la información llegase donde no debiera? Prefiero no responder.
Un saludo