viernes, 26 de abril de 2013

Pesca a mosca, reflexiones y poco más.

Debo reconocer que estos últimos meses he faltado a mi palabra, algo con lo que me comprometí conmigo mismo y que no era otra cosa que estar un poco más encima del blog y escribir con más frecuencia.
Al final, por unas cosas y otras no lo he cumplido, aunque no es fácil de entender porque siempre tengo mi cabeza "llena de moscas".

 Algunos pescadores se toman la pesca como una forma para relajarse; otros, como una forma de salir a comer lejos de casa (hace unos días me eché unas risas con un amigo al decirme que era su justificación para salir a pescar...); y otros somos los que estamos al borde de necesitar tratamiento psiquiátrico. La verdad es que por mucho que lo intente resulta difícil que mis conversaciones no se desvíen hacia la pesca a mosca, hacia el río o, en el mejor de los casos, hacia la naturaleza. Sí, yo soy de esos que aunque esté en medio de una conversación agradable, sale corriendo porque acaba de ver volando un pequeño plecóptero para cogerlo y termina diciendo: "mira, es un leúctrido, una de mis moscas favoritas...". Y además me siento orgulloso a pesar de que te miren con cara de "¿y a este qué le pasa?".

No voy a seguir hablando sobre estas cosas, pues creo que ya he dicho lo suficiente para que los que son de "los míos" se reconozcan y para que los demás piensen que en esta vida hay demasiados locos.

Cambiando de tema y por si a alguien le interesa, mi temporada de pesca está siendo un poco atípica. A estas alturas tan solo he podido pescar en cuatro jornadas, algo casi irrisorio si se compara con años anteriores. Pero a pesar de ello estoy bastante satisfecho.

La verdad es que los ríos no me han permitido pescar tanto como me hubiera gustado, pero, aun así, me han dejado hacer lo que me apetecía: pescar con moscas secas. Por ahora, todas las truchas que he conseguido capturar han sido en superficie. Quizás se podría decir que me estoy volviendo un poco "talibán" de la pesca en superficie. En realidad, pensándolo bien, creo que me gusta ir un poco a contracorriente (debo tener demasiado tiempo a los salmones en la cabeza) y ante la masiva utilización de la pesca con ninfas yo prefiero romper la estadística. Y, para ser sincero, mi experiencia me dice que si sabes dónde, cómo y cuándo, puedes pasar unos momentos geniales pescando en superficie en ríos con agua de deshielo.

A pesar de todo lo dicho, no quiero provocar equivocaciones; me encanta usar ninfas y se puede decir que mi modalidad preferida sería utilizar ninfas ligeras cuando se tienen posibilidades de ver a los peces.
Como información útil podría decir que después de mi última salida empiezo a ver signos de que los ríos están cercanos a entrar en ese momento mágico en el que las truchas empiezan a dar la cara. La verdad es que ya estamos casi en el mes de mayo, uno de mis momentos preferidos de toda la temporada.

No os puedo poner imágenes debido a que mi equipo habitual de fotografía, una simple cámara compacta y sumergible, me está dando ciertos problemas. Aunque si digo la verdad, no me disgusta del todo. Es muy cómodo poder pescar una trucha y no perder unos segundos para hacerla una fotografía.

Espero poder escribir con un poco más de frecuencia.

Un saludo y hasta la próxima

7 comentarios:

Polaca Mala dijo...

¡Hola :)! No sé mucho de pesca á la mucha. Tampoco tengo mucha idea de español :P....
Pero no importa, porque me gusta igual :)!!!

Moscaluri dijo...

Gracias polaca mala ;)

Anónimo dijo...

¿Tiene algo que ver las magdalenas esas que me enseñastes con la señorita polaca que te comenta?
Abrazos luri

Moscaluri dijo...

Dani, sí es ella, la chica de las magdalenas entre otras cosas.
Un abrazo.

VICTOR dijo...

Bueno poco a poco, eres bueno escribiendo y por eso aunque sea poco no lo dejes, me gusta.

Un saludo.

Moscaluri dijo...

Gracias, Victor.
La verdad es mi intención es hacerlo más a menudo, pero a veces no encuentro el tiempo necesario y otras no encuentro la motivación.
De todas formas, seguiré por aquí.
Un saludo

Varo dijo...

Amen.
Ya queda menos para que empiece lo que nos gusta.