miércoles, 6 de octubre de 2010

Truchas en un mar de agua.

Después de un tiempo rondándome por la cabeza, decidí probar suerte en un gran río de llanura. Había que hacer bastantes kilómetros y las perspectivas no eran las mejores, pero cuando a un mosquero se le mete algo entre ceja y ceja, nada puede pararle.

Nada más llegar, me di cuenta de que el día podía ser complicado, no se veía ninguna cebada y con tanta agua no sabía ni siquiera dónde lanzar mi mosca. Menos mal que ya tengo una pequeña experiencia en ríos grandes; si me planto ahí hace unos años, cuando solo quería hablar de pequeños torrentes de montaña, habría sentido un vértigo enorme.

Pero dejémonos de divagaciones y vayamos al grano.


Este es el aspecto que mostraba el río antes de empezar.




Había que buscar soluciones y en estos ríos mirar en la vegetación subacuática suele dar pistas..
Se veían ninfitas de bétidos con el saco alar bastante desarrollado, puede que tuviera suerte y me encontrase con una emergencia de insectos.







A pesar de no ver ningún tipo de movimiento en superficie. me dispuse a andar río arriba con sumo cuidado intentando localizar alguna trucha, mi atención se fijaba principalmente en los canales que se formaban.





Poco después localice el primer objetivo, una trucha de unos 30cm, que no dudo en comerse
la pequeña ninfa que le puse delante del morro. Utilicé una ninfa oliva sin nada de peso; como muestra de que pescar a ninfa no significa solamente pescar con ninforros obesos.
Aquí la protagonista.




Seguí con esa táctica pero con menos fortuna. Encontré varias truchas pero a unas las fallé, otras se espantaron y otras simplemente permanecieron totalmente impasibles, dandome una buena cura de humildad, algo que siempre es de agradecer, pues para mí es una gran motivación. Otro día nos volveremos a ver y quizás si pueda engañarlas.
En ese momento me di cuenta de que estaba tan concentrado que no había visto que en la otra orilla estaban empezando a cebarse.
Me froté las manos, crucé el río y a por ellas.



Fue como comenzar una nueva jornada, los bétidos que pronostiqué habían aparecido y poco a poco fueron apareciendo un buen numero de cebadas que repetían constantemente. Al primer lance sobre cebada, evidentemente sobre la trucha más grande de un pequeño corro de truchas; me encontré haciendo una especie de esquí acuático detrás de ella, finalmente no pude pararla y partió el tippet quedándome con cara de tonto.
Fue la única oportunidad de pescar una trucha realmente grande del día.
No obstante, la jornada fue entretenida con un buen numero capturas. Truchas que rondaban mayoritariamente los 30cm y estaban muy bien alimentadas.

Aqui unos ejemplos:



Hasta la próxima.

Un saludo

2 comentarios:

Anónimo dijo...

como te gustan los "canales",si ya sabía yo que entre esto y los burun-dis eres muy feliz.
aprovecha estos ultimos dias que nos queda poco.

Saludos

Moscaluri dijo...

Desde hace algunos dias no soy el unico al que los burun-dis le hacen feliz.
Y si, ya queda poco pero yo pinso aprovecharlo lo maximo posible; asi que tendre que empezar mañana por ejemplo.

Un abrazo